Desde mi experiencia, todo puede ser útil, y nada es perfecto. Cada dispositivo tiene sus ventajas y limitaciones.
Por Miguel Ángel Millán*
* Miguel Ángel Millán es interventor educativo con discapacidad y asesor en tecnología adaptada.
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El ciclo escolar ya terminó, pero el regreso a clases está a la vuelta de la esquina. Este tiempo se aprovecha para adquirir materiales escolares, y hoy más que nunca, la tecnología se ha vuelto imprescindible. Esto aplica para todos, pero especialmente para las personas con discapacidad visual, quienes dependen de herramientas tecnológicas no solo para estudiar, sino para interactuar con el mundo.
En este sentido, muchas personas se preguntan: ¿me conviene más una computadora o un teléfono inteligente?, ¿es más accesible un iPhone o un Android?, ¿vale la pena invertir en una Mac o será mejor una computadora con Windows?
Desde mi experiencia, todo puede ser útil, y nada es perfecto. Cada dispositivo tiene sus ventajas y limitaciones. Una computadora es, sin duda, la herramienta más poderosa para realizar múltiples tareas, especialmente si se requiere escribir textos largos, editar contenido o ejecutar software especializado. Sin embargo, los teléfonos inteligentes actuales han evolucionado tanto que permiten hacer casi lo mismo que una laptop o una PC, con la ventaja de la portabilidad y la conectividad permanente.
Leer correos electrónicos, buscar información en internet, consultar redes sociales, leer documentos en PDF, libros digitales o incluso redactar textos sencillos y hojas de cálculo ya es posible desde un teléfono móvil. Y claro, el acceso a asistentes virtuales, lectores de pantalla y apps accesibles ha permitido que muchas personas con discapacidad visual vivan con mayor autonomía. No obstante, una computadora sigue siendo necesaria para ciertas tareas más específicas o exigentes en cuanto a rendimiento.
Ahora vamos con la famosa pregunta de los 60 mil pesos: ¿qué es mejor, Android o iPhone? ¿Mac o Windows?
Tanto Android como iOS (iPhone) permiten hacer lo mismo: escuchar música, ver videos, navegar, usar redes sociales, leer libros y comunicarse. Pero si hablamos de accesibilidad desde el punto de vista de una persona con discapacidad visual, es cierto que Apple ha sido pionero en este tema, con su lector de pantalla VoiceOver, que viene integrado y funciona desde que enciendes el dispositivo. La navegación mediante gestos es fluida, precisa y bastante estable.
Pero Android ha avanzado muchísimo. TalkBack, su lector de pantalla, ya no se queda atrás. Cada vez más aplicaciones son compatibles y permiten una experiencia satisfactoria. Lo que cambia es la forma de usar cada sistema: los gestos, las combinaciones y los menús pueden ser distintos. Además, en Android puedes personalizar aún más tu experiencia, aunque esto a veces conlleva una curva de aprendizaje más larga.
Una gran ventaja de Android es que puedes encontrar dispositivos para casi cualquier presupuesto. Hay teléfonos accesibles desde precios económicos hasta los más sofisticados, mientras que los iPhone, aunque muy buenos, son más costosos. Es cierto que puedes encontrar modelos anteriores a buen precio o reacondicionados, pero aun así, el costo puede ser una barrera.
Además, la experiencia entre marcas Android puede variar. Un teléfono Samsung puede ofrecer ciertas funciones exclusivas que un Motorola no, y viceversa. Apple, en cambio, brinda una experiencia más uniforme y actualizaciones de sistema por varios años en todos sus dispositivos, lo que también es una ventaja.
Con las computadoras pasa algo parecido. Tanto Windows como macOS ofrecen herramientas útiles y accesibilidad integrada. Windows cuenta con el lector de pantalla Narrador, y aunque no es tan robusto como JAWS o NVDA, está disponible desde que inicias el equipo. Por otro lado, Mac ofrece VoiceOver como lector de pantalla nativo, el cual puede ser más preciso en ciertas aplicaciones, pero tiene una curva de aprendizaje más empinada.
Una computadora con Windows es más común y versátil, ideal para quien busca compatibilidad con muchos programas y opciones económicas. Incluso, hay computadoras gamer con recursos potentes, aunque no necesarias si tu uso es básico o académico. Las Mac, en cambio, aunque más costosas, ofrecen estabilidad, durabilidad y excelente rendimiento para tareas de edición de video, audio o diseño, con herramientas que ya vienen incluidas.
Además, si ya cuentas con un iPhone o iPad, tener una Mac puede mejorar tu experiencia gracias al ecosistema Apple, que permite sincronizar todo fácilmente. Pero, de nuevo, esto depende de tu presupuesto y necesidades reales.
Así que, ¿cuál elegir? Todo depende de tus objetivos, de tu economía y de lo que te resulte más cómodo. Lo importante es que cualquier dispositivo que elijas puede convertirse en tu mejor aliado para abrirte paso en un mundo cada vez más conectado y digital.
La tecnología avanza, y nosotros, como personas con discapacidad, debemos avanzar con ella para no quedarnos atrás. Elegir sabiamente puede marcar la diferencia entre solo usar un dispositivo o verdaderamente empoderarse con él.