Jesús Saavedra
Chilpancingo, Gro., 17 de septiembre (PlanB).- En cuatro años de existencia el Centro Comunitario “Gúwa Kúma: la casa de los saberes” en Ayutla de los Libres ha atendido a más de 500 mujeres que han requerido atención jurídica, psicológica y de defensa de sus derechos humanos.
Este miércoles decenas de mujeres de la Costa Chica realizaron una marcha “por la vida, la dignidad y la justicia” para conmemorar el cuarto aniversario de este Centro, el cual fue creado por una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como una medida de resarcimiento.
Se trata de una sentencia histórica, en la que fue condenado el Estado mexicano por la tortura sexual y violaciones graves a los derechos humanos que sufrió en el 2002 a manos de militares, la indígena Inés Fernández Ortega.
En la marcha dieron a conocer que en los 4 años de existencia, este Centro Comunitario ha atendió a “más de 500 mujeres de manera integral, con enfoque intercultural y perspectiva de género”, aseveró la abogada e hija de Inés Fernández, Noemí Prisciliano Fernández.
La abogada explicó que en este Centro “hay muchos casos que les llegan; este año hubo uno sobre violencia sexual del que se inició una carpeta de investigación, pero se judicializó en Ometepec porque allá está el juzgado; nosotras le hemos dado asesoría y acompañamiento a las mujeres”.
En el Centro hay abogadas y una psicóloga “para la atención integral de las mujeres que llegan en auxilio que no tienen más que las ganas de que haya justicia; en esta región las mujeres no sólo tienen que batallar contra la pobreza secular, la violencia y la discriminación, sino que tienen que enfrentarse a las carencias prevalecientes en el Centro para la atención digna de las mujeres de los municipios de Ayutla, Ñu’u Savi, Acatepec, Tlacoapa, San Luis Acatlán, Florencio Villarreal y Tecoanapa”.
Denunciaron que no se cuenta con los “recursos económicos suficientes para un mejor seguimiento a las asesorías y acompañamientos de mujeres Me’phaa, Na Savi, afromexicanas y mestizas”.
La marcha culminó en las instalaciones de la Casa de los Saberes, donde doña Eustolia, viuda de una de las víctimas de la masacre de El Charco reconoció la lucha que sigue dando Inés Fernández “la esperanza está en su organización para seguir las batallas contra el poder militar, pero también contra la violencia sistemática que viven las mujeres indígenas”, aseveró.