Envían comunicado en el que exigen la destitución de la secretaria de Cultura, cuya oficina organizó el homenaje de quien es responsable de cientos de asesinatos de luchadores sociales
Carlos Rosas
Chilpancingo, Gro., 18 de noviembre (PlanB).- Creadores, promotores culturales y otras personas involucradas en el impulso de las actividades culturales en Guerrero difundieron un comunicado en el que defienden “la dignidad y la memoria histórica de nuestro estado”, por el homenaje que le hizo la Secretaría de Cultura a Rubén Figueroa Figueroa, exgobernador, acusado de genocidio y el principal responsable de la llamada Guerra Sucia en el estado.
Dicen en la carta que “con profunda indignación y responsabilidad”, exigen la la destitución “inmediata” de la secretaria de Cultura de Guerrero, Aída Melina Martínez Rebolledo, y luego explican que eso es porque durante su gestión, la dependencia “ha sufrido un evidente vaciamiento institucional, una crisis operativa y una ruptura profunda con las comunidades culturales, provocada no por falta de recursos técnicos o humanos, sino por una conducción caracterizada por el despotismo y maltrato laboral hacia las y los trabajadores de la institución, generando un ambiente hostil, antiético y contrario a cualquier política pública de derechos culturales”.
Añaden que la centralización y traslado forzado de casi todas las actividades institucionales a Iguala, anula “el carácter plural, regional y comunitario de la vida cultural guerrerense, vulnerando el acceso equitativo a la cultura”.
También critican “los nombramientos de directivos sin preparación técnica ni trayectoria comprobada, lo cual ha precarizado los programas culturales, afectado la operación profesional de los equipos y debilitado la imagen institucional”.
Señalan también en la carta difundida en redes sociales que la secretaria carece de un conociemiento “de la esencia de la gestión cultural, que implica dialogar, vincular, formar públicos y democratizar el acceso a las artes”.
Remarcan que “el hecho más grave –ético, político e histórico– (es) la organización de un ignominioso homenaje –al que ahora llaman acto cívico– a Rubén Figueroa Figueroa, responsable directo del terrorismo de Estado en Guerrero durante la Guerra Sucia”.
Esta acción constituye una apología del crimen de Estado, “una agresión a la memoria de las víctimas y sus familias, una afrenta a quienes resistieron y lucharon por la justicia y una traición a los principios elementales de la cultura como espacio de verdad, dignidad y paz”.
En el texto recuentan las necesidades de cada sector artístico, pero lo resumen así:
“Destitución definitiva e irrevocable de Aída Melina Martínez Rebolledo; construcción de una Agenda Cultural en coordinación con la ciudadanía; reactivación de las escuelas de formación artística con respaldo educativo; realización de sesiones públicas de consulta y rendición de cuentas
También se exige que los proyectos, antes de que se les asigne presupuesto, se hagan públicos.
Finalizan el comunicado diciendo que el homenaje “representa una violación ética imperdonable y una agresión directa a la memoria histórica de Guerrero”.
El comunicado es firmado por decenas de creadores, comunicadores y promotores de la cultura en el estado.
El régimen de Figueroa Figueroa dejó más de 500 personas desaparecidas, una de ellas es el exalcalde de Atoyac, Rosendo Radilla Pacheco, arrestado en un retén del Ejercito el 25 de agosto de 1974, por escribir un corrido sobre el dirigente guerrillero Lucio Cabañas Barrientos.