Bernardo Torres Morales
Chilpancingo, Gro., 19 de marzo (PlanB).- Un adolescente que juzgaba con arcilla, plastilina para hacer travesuras, se convirtió en un artista cuyo trabajo ha trascendido fronteras. Su nombre: Francisco Méndez Castro, mejor conocido como Paco Méndez.
Nacido en Acapulco, el artesano ha construido su taller en Chilpancingo, donde nacen creaciones extraordinarias, decoración de botellas, caballitos, máscaras, jarritos para mezcal e incluso llaveros.

Dice que desde pequeña edad dibujaba, fue grafitero, después empezó a jugar con el lodo o arcilla, una inquietud de niños que le dio la pauta para empezar a diseñar y despertar su creatividad.
Este 19 de marzo, México celebra el Día del Artesano y la Artesana y visitamos el taller de Francisco Méndez, donde nos relató cómo empezó esta labor, y sus planes a futuro.
«Para elaborar las artesanías, se debe no solo tener habilidades manuales, sino conocimientos en tradiciones, cultura e historia», señala Paco Méndez.


Hasta la puerta de su casa le llegan botellas, que después convierte en obras de arte, siempre diseños únicos, no importa la forma o tamaño del material.
Sus artesanías han traspasado las fronteras locales, nacionales e internacionales, con presencia en exposiciones en diferentes ciudades del país.
Sus obras de arte ya han llegado a Estados Unidos en ciudades como Nueva York; a Guatemala e incluso a Europa, donde ya destaca el trabajo de Paco Méndez.
Su trabajo destaca la cultura de Chilpancingo, todos los personajes de la danza de los Tlacololeros; El Tigre, El Maizo, El Frijolero, Tapachero, Colmenero, Salvador, Chile Verde, El Teyolero, Rayo Seco, La Perra Maravilla, El Tlacololoero y el Xocohuautillo.
Las botellas en su decoración también rescatan refranes de la cultura local, «Para todo mal, mezcal, para todo bien también», «Agua de las verdes matas, tú me tumbas, tú me matas»….
«El arte debe de salir del corazón, no para comercializar, no pensar en hacerte rico, debe haber inspiración y compromiso con la cultura, de lo contrario hasta los tigres me saldrían mal», lo dice en tono de broma.
En él no hay egoísmo para esparcir la técnica que él mismo creo, la ha compartido con vecinas y amigos, sobre todo con personas de bajos recursos, como una opción para generar empleos.
Lo que sigue, es enseñar a nuevas generaciones la técnica del decorado de botellas, elaboración de jarritos donde plasmar la cultura, el arte y las tradiciones de Chilpancingo.