Hay 10 municipios que tienen daños menores, pero serán atendidos por el gobierno estatal, explica
Jesús Saavedra
Chilpancingo, Gro., 24 de junio (PlanB).- La gobernadora, Evelyn Salgado Pineda informó este lunes que solicitó al gobierno federal una declaratoria de zona desastre en los municipios de Cuajinicuilapa, Ometepec, Azoyú, San Nicolás, Ayutla, Igualapa, Juchitán y San Luis Acatlán, “donde pudimos constatar que había severas afectaciones y se pueda acceder a los recursos para las acciones de reconstrucción y atención a la población”.
Este martes, en un informe de gabinete desde Casa Guerrero, la gobernadora detalló las acciones que realizaron en el gobierno estatal previo a la llegada de este huracán y que se desplegó una fuerza de tarea de más de 2 mil 400 servidores públicos estatales para atender esta contingencia.
Salgado Pineda dio a conocer que este lunes sesionó el Consejo Estatal de Protección Civil y se acordó que firmará una solicitud de declaratoria de desastre en esos ocho municipios dirigida al gobierno federal que encabeza, Claudia Sheinbaum Pardo, “esperamos que sea aprobada”.
Solicitaron que las instancias técnicas del gobierno federal para que corroboren “y se puedan atender los daños desencadenados por fenómenos perturbadores; eso se aprobó en la sesión del Consejo, estamos en otra etapa de atención; como gobernadora y con absoluta responsabilidad identificamos a estos municipios por el nivel de afectación que presentan y por eso hemos hecho esta solicitud de declaratoria”.
Afirmó que el gobierno del estado apoya y apoyará a los municipios que sufrieron daños menores y reveló que son otros 10, pero no los identificó, “es muy importante que lleguen los apoyos a nuestros hermanos de la Costa Chica a quienes les decimos que no están solos, estaremos apoyando, voy a visitar de nueva cuenta los municipios más afectados”.
Esta solicitud llegará a la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) para que corrobore los documentos que hizo acopio el gobierno estatal de esta solicitud de desastre en esos ocho municipios y que es un promedio de 31 días naturales para dar respuesta a esta petición, “estaremos en espera de que se resuelva esta petición”.
Recordó que el gobierno que encabeza le ha tocado atender la emergencia del paso de tres huracanes por la geografía guerrerense, Otis” en octubre de 2023; John en septiembre de 2024 y Erick, que tocó tierra el jueves de la semana pasada, “tenemos que adaptarnos a esta nueva realidad, queremos dejar una base sólida de protocolos de atención y de actuación en materia de Protección Civil, después de Otis todo tiene que transformarse para bien de la población en Guerrero”.
Dijo que para ello en diciembre del 2023 publicaron los Lineamientos para la construcción y reconstrucción de la franja costera, que firmaron los alcaldes de la Costa Chica, Acapulco y Costa Grande “donde se comprometen a respetar que las construcciones lleven una serie de requerimientos para adaptarse a esta nueva situación ante un huracán o una tormenta, con materiales de construcción que resistan”.
Anunció que dejará lineamientos jurídicos para que en cuanto se tenga conocimiento de una tormenta se suspendan clases, se habiliten albergues temporales, se ponga en alerta a las dependencias y se activen protocolos en el transporte público, en la movilidad. “Queremos que Guerrero sea vanguardia en el país en materia de Protección Civil, en acciones de prevención y de atención”, resaltó.
La gobernadora hizo un reconocimiento a la población, “se mostró organización, hicieron compras con tiempo y de manera ordenada; es mejor prevenir y estar preparados de más ante cualquier contingencia y tener esa cultura de la prevención que el pueblo de Acapulco y de la Costa Chica la tuvieron”.
Señaló que antes de que el huracán Erick tocara tierra las autoridades de los tres niveles de gobierno hicieron tareas de prevención que evitaron que ocurrieran daños más graves y que se pusiera en riesgo a la población, y se decidió suspender clases en todas las regiones.
Salgado Pineda dijo que ahora se encuentra en una fase de atención a las familias damnificadas, la entrega de ayuda humanitaria, coadyuvan para que haya circulación vial y limpieza de viviendas afectadas, “se ha culminado esta fase de emergencia, pero debemos estar muy atentos a las indicaciones en esta temporada de lluvias y huracanes porque estamos en la etapa inicial y debemos estar preparados”.
Aún hay damnificados en cuatro refugios: Arroyo Matus
Por su parte, el secretario de Gestión de Riesgos y Protección Civil, Roberto Arroyo Matus dio a conocer que hay aún cuatro refugios temporales habilitados, tres en los municipios de San Nicolás en donde se atiende a 135 personas y uno en Cuajinicuilapa, con 171 personas refugiadas; señaló que en un primer momento se instalaron 27 refugios y se atendieron a más de mil 500 personas.
Reportó que de manera desafortunada un menor de edad perdió la vida en la cabecera municipal de San Marcos, cuando su mamá trató de cruzar el cauce del río que atraviesa esa localidad; que hubo cinco lesionados en Tecpan, Tierra Colorada y en San Marcos.
Con datos preliminares, reportó mil 428 viviendas que han perdido el techo de lámina, 107 derrumbes, afectación fuerte en tres puentes, 41 cortes en carreteras, 4 mil 707 árboles derrumbados, afectaciones en 15 planteles educativos con el colapso de techumbres o caída de bardas.
Señaló que se registraron derrumbes y caída de árboles en la carretera federal de la Costa Chica, en el tramo Las Vigas-Cuajinicuilapa; derrumbes y caída de árboles en el tramo de San Luis Acatlán-Crucero de Iliatenco; un derrumbe en la carretera Tlapa-Metlatónoc, a la altura del crucero de Igualita y el desbordamiento del arroyo en la carretera Acapulco-Zihuatanejo, a la altura de San Luis La Loma.
Arroyo Matus aseveró que el suministro de energía eléctrica se ha restablecido en la zona afectada de la Costa Chica de Guerrero y de Oaxaca y que se atiende una línea de energía que resultó dañada.
Informó que en esta contingencia por las fuertes lluvias se monitorearon las crecientes de los ríos en Guerrero y que ninguno representó un riesgo para la población por su desbordamiento.
