Por Miguel Ángel Millán*
* Miguel Ángel Millán es interventor educativo con discapacidad y asesor en tecnología adaptada.
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El 3 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Audición, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concienciar sobre la importancia de la salud auditiva y promover acciones que prevengan la pérdida de audición. Esta fecha busca destacar la necesidad de detectar tempranamente los problemas auditivos y garantizar el acceso a tratamientos adecuados para quienes los padecen.
La elección de esta fecha no es casual; los números «3.3» representan visualmente la forma de dos orejas, simbolizando la audición. Desde su instauración en 2007, inicialmente como el Día Internacional del Cuidado del Oído, esta jornada ha evolucionado para abordar diversos aspectos relacionados con la audición. En 2016, se renombró como Día Mundial de la Audición para reflejar mejor su alcance global.
La pérdida de audición es un problema de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según datos de la OMS, se estima que para 2050 más de 700 millones de personas, aproximadamente una de cada diez, podrían padecer una pérdida de audición discapacitante. Esta condición no solo impacta la calidad de vida de quienes la sufren, sino que también tiene repercusiones económicas significativas. La falta de atención adecuada a la pérdida auditiva representa un costo mundial anual de 980 mil millones de dólares, derivados de gastos en salud, educación y pérdida de productividad.
Es fundamental reconocer que más de 60 por ciento de los casos de pérdida auditiva pueden prevenirse. Las causas incluyen infecciones, exposición a ruidos fuertes, uso inadecuado de dispositivos de audio y falta de atención médica oportuna. Por ello, la prevención juega un papel crucial. Algunas recomendaciones para cuidar la salud auditiva incluyen:
- Uso de protección auditiva en entornos ruidosos, como conciertos o fábricas.
- Control del volumen al utilizar dispositivos de audio personales.
- Revisiones auditivas periódicas para detectar anomalías tempranas.
- Higiene adecuada del oído sin introducir objetos extraños en el canal auditivo.
Además de la prevención, es vital abordar los estigmas y las ideas erróneas asociadas a la pérdida de audición. Muchas personas retrasan la búsqueda de ayuda debido a prejuicios o falta de información. La sensibilización y la educación son herramientas clave para cambiar estas percepciones y fomentar una cultura de inclusión y apoyo hacia quienes enfrentan desafíos auditivos.
En México, instituciones como el Instituto Mexicano de la Audición y del Lenguaje (IMAL) se dedican a la atención de personas con discapacidad auditiva y a la formación de profesionales en este campo. Estas organizaciones ofrecen servicios especializados que van desde la prevención hasta la rehabilitación, contribuyendo significativamente a mejorar la calidad de vida de quienes presentan problemas auditivos.
En resumen, el Día Mundial de la Audición es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la salud auditiva, promover hábitos que prevengan la pérdida de audición y garantizar que todas las personas tengan acceso a los recursos y tratamientos necesarios. Al cuidar de nuestra audición, no solo preservamos uno de los sentidos más valiosos, sino que también fortalecemos nuestras conexiones sociales y nuestra participación plena en la comunidad.